En tiempos de crisis económica, ¿qué puede ser más extravagante que un superyate? Por supuesto, un terayate, nombre que se da a embarcaciones aún mayores que los superyates, megayates y gigayates.
El último barco de lujo que ha salido al mercado es el Pangeos, llamado así por Pangea, un supercontinente que existió hace entre 200 y 335 millones de años. Y si esas cifras le parecen grandes, espere a saber cuántos dólares costará construirlo: 8.000 millones de dólares, según los diseñadores de Lazzarini.
No es de extrañar que sea tan caro cuando, de financiarse, se convertirá en la mayor estructura flotante jamás construida. Con el aspecto de la guarida de un villano de Bond, se extenderá 550 metros de largo y 610 metros de ancho.
El yate, una auténtica «ciudad flotante» según Lazzarini, tendrá espacio para hoteles, centros comerciales, parques e incluso puertos para barcos más pequeños y aviones que lleven a los huéspedes con estilo. Y con estilo, porque tiene forma de tera-tortuga.
Además, se necesitaría un lugar especial para construirlo, que no existe en la actualidad. Los diseñadores han propuesto Arabia Saudí como ubicación. Habría que dragar alrededor de un kilómetro cuadrado de mar y construir una presa circular antes de empezar la obra. Los diseñadores han señalado como lugar ideal un espacio en el puerto Rey Abdullah, 81 millas al norte de Yeda.
Dividida en bloques como una ciudad real, Pangeos tiene un puerto y una plaza principal, de la que parten otros edificios en espiral. Una zona superior, rodeada de jardines, serviría de lugar de aterrizaje para los aviones.
Debajo del espacio habitable habría 30.000 «celdas» que mantendrían la estructura a flote. El sótano sería de acero. Tendría 30 metros de calado y podría navegar a una velocidad de cinco nudos, aunque las «alas» obtendrían energía de la resistencia y las olas que rompieran contra el barco. El techo tendría paneles solares para alimentar el yate.
En lugar de operar desde un puerto concreto o tener un itinerario establecido, la tera-tortuga simplemente navegaría, haciendo del viaje el destino. Lazzarini espera que la construcción pueda empezar en el 2033, con un plazo de ocho años.
Hay una iniciativa de crowdfunding que permite comprar desde una entrada virtual (16 $) hasta un apartamento VIP (169 $) a través de NFT. Eso es para un apartamento virtual, por supuesto, pero si quieres comprar uno de verdad, puedes destinar ese dinero a un depósito para el de verdad.
Ahora hay que encontrar el resto de esos 8.000 millones…
Yuniet Blanco Salas